viernes, 27 de noviembre de 2009

LA AUTORIDAD EN EL AULA: ¿POR IMPOSICIÓN O COMO PROCESO DEMOCRÁTICO?






La Ley de Autoridad del Profesor, anunciada por la Comunidad de Madrid ha provocado un gran revuelo mediático. Todo esto nos ha hecho reflexionar sobre el significado de la palabra autoridad y disciplina, qué significados tienen en el nuevo contexto socieducativo. El director de la revista educativa: Cuadernos de Pedagogía, Jaume Carbonell Sebarroja, abre la nueva edición de Noviembre hablando de ciertos puntos clave que debemos tener en cuenta para entender el concepto de autoridad en la actualidad.

1. "Es evidente que la autoridad es inherente al rol y a la función docente, pero ésta, al ser prioritariamente educativa y preventiva, no puede asociarse a la de los policías y jueces, con cometidos básicamente –aunque no únicamente– punitivos. La protección del profesorado ya está garantizada por la legislación civil, penal y laboral y, si cabe mejorarla, hay que plantearlo en el marco del futuro estatuto docente, pero no con medidas aisladas y populistas, y judicializando la vida escolar."

2. "El centro del debate no hay que situarlo en la recuperación de los rituales del pasado –la tarima, el trato de usted o los uniformes–, sino con la mirada puesta en el presente-futuro, porque el orden escolar es hoy muy distinto. El triángulo docente único – aula cerrada - alumnado homogéneo, del que se deriva un modelo de autoridad, ya no existe: los espacios son más abiertos, y las relaciones y mediaciones educativas son más complejas, con la pertinente redistribución de la autoridad, tal y como ocurre en otras instituciones sociales. Sí, los rituales y las formas son importantes, pero con otra gramática escolar."

3. "El reconocimiento a la autoridad no se impone por decreto sino que se logra día a día a partir de la ejemplaridad moral, la convicción y pasión por lo que se enseña, la empatía pedagógica, la escucha y la relación de confianza y respeto mutuo –nada que ver con el amiguismo, el coleguismo o el paternalismo–."

4. "El alumnado asume más claramente sus derechos que sus deberes y responsabilidades, aunque se empieza a tomar conciencia de ello y se le exige más compromisos. Hay que analizar qué cuota de responsabilidad tienen en ello las conductas adultas, así como las dificultades y deserciones familiares y el malestar y corporativismo docente. En cualquier caso, el victimismo o la culpabilización entre los distintos colectivos no conducen a ninguna parte."

5. "El conflicto existe, claro que existe. Pero hay sindicatos y medios de comunicación que exageran y manipulan los datos y situaciones, mostrando sólo casos extremos que configuran un paisaje catastrofista e irreal. Entonces se disparan las alarmas, cunde el pánico y la sociedad aplaude o justifica las medidas de mano dura."

6. "Hay que hacer visibles las situaciones de normalidad en los centros y, sobre todo, aquellas buenas prácticas que ponen de relieve que la mejora de la convivencia, las relaciones de autoridad respetuosa y positiva y los procesos de mediación consensuados repercuten en una disminución de los conflictos o en que éstos no adquieran una mayor magnitud. Porque lo educativo no es recrearse en las miserias sino en las posibilidades de construir comunidades democráticas donde se respeten los derechos de todos los actores."

7. "El logro más generalizado de nuevas relaciones de autoridad democráticas requiere tiempo, paciencia y mucha cooperación entre todos los sectores afectados. Porque el valor de la educación es la apuesta por el futuro a largo plazo."
La autoridad es necesaria para mantener un orden y unas normas básicas que faciliten el proceso de enseñanza aprendizaje y se debe conseguir a través de un proceso continuo de comprensión, respeto y colaboración entre todos los implicados en el proceso educativo.

martes, 24 de noviembre de 2009

PEDAGOGÍA ANTIAUTORITARIA, UNA NUEVA FORMA DE ENTENDER LA EDUCACIÓN. LA ESCUELA DE SUMMERHILL.




La lucha contra la represión, la ampliación de los espacios de libertad y la defensa de la participación son uno de los muchos focos de ideas pedagógicas de los que se impregna el siglo XX. Los autores antiautoritarios, entre ellos destacamos a Alexander S.Neill, coinciden en defender la libertad como primera condición para la educación. Se trata de hacer personas libres que puedan expresar los valores positivos de su propia naturaleza. Para ello hay que entender que la libertad es la finalidad y el método en las pedagogías antiutoritarias.

Si la educación tiene la doble tarea de lograr una adaptación crítica al mundo de la cultura y una adaptación crítica al mundo social, las pedadgogías antiautoritarias se preocupan principalmente por la segunda cuestión, centran su atención en el aprendizaje de las relaciones con las demás personas, de la vida dentro de grupos sociales con total libertad de expresión y actuación.

¿A quién no le hubiera gustado estar en una escuela sin normas que acatar,donde poder expresar nuestras propias opiniones sin miedo a sermones o poder tener libertad para decidir...?

Alexander S.Neill fundó en 1927 una curiosa y atópica escuela, situada en el sur de Inglaterra, llamada Summerhill. Actualmente la dirige su hija Zoe y funciona de forma legalizada como escuela privada donde los niños y niñas pueden escolarizarse desde los cinco hasta los dieciseis años de edad.
Las ideas que Neill tenía para su escuela partían de dos principios antropológicos que sitúa al principio y al final de su tarea como educador: en el inicio coloca la firme convicción de que todos los seres humanos somos buenos, durante todo el proceso, y como logro final de la educación habla de felicidad y bondad. La bondad es el fundamento de la educación y la felicidad es sin duda su finalidad. De ahí que en Summerhill todo transcurre de forma diferente a lo que entendemos como escuela tradicional. Allí se desarrolla una educación basada en el amor y el respeto como bases para la convivencia; la felicidad como el objetivo máximo a alcanzar; se le da una enorme importancia a la corporalidad y sexualidad y a la idea de que el hombre es bueno por naturaleza. Como características más arraigadas podemos decir que no hay exámenes ni calificaciones, no es obligatorio ir a clase, hay una asamblea que gestiona todo lo que ocurre en la escuela en la que participa todos el alumnado sin excepción, se promueve un trabajo sin reprimendas ni castigos y con un trato igualitario para niños y adultos.

Pese a lo que podais pensar de todo esto,los alumnos de esta escuela viven felices, acuden a clase con normalidad, cumplen prácticamente todas sus obligaciones y se ha comprobado que cuando optan a estudios superiores obtienen elevadas calificaciones.
Neill decía que el origen de los problemas que abordan a muchos niños son influenciados por nuestra sociedad "enferma" que reproduce nuestros propios miedos y su violencia. Por ello, él propone el ambiente "sano" de Summerhill como mejor terapia para curar los problemas de los niños y por qué no, de la sociedad.

A partir de todo esto, cabe plantearse la idea de si la sociedad en la que vivimos no nos reprimiera de ser tal y como somos y si de verdad pudiéramos serlo, ¿todos los problemas que emergen de nuestro sistema educativo tendrían solución aplicando este tipo de pegagogía?













viernes, 20 de noviembre de 2009

EL ALUMNO CRÍTICO DENTRO DE LA SOCIEDAD POSMODERNA


La función de la escuela ha experimentado grandes cambios a lo largo de las últimas décadas. Esto ha sido debido al cambio de una cultura moderna a una cultura posmoderna. La cultura moderna se caracteriza por utilizar la razón como el único instrumento privilegiado que tiene el hombre para alcanzar conocimiento. Basada en un conocimiento científico en el que todo es cuantificable, observable y neutro, una cultura en la que solo se acepta una única idea de Verdad, del Bien y de la Belleza. Se trata de una cultura etnocentrista que desconsidera la diversidad. La escuela dentro de este modelo cultural, ignora las diferencias del desarrollo individual y cultural e impone contenidos perennes e intemporales de la humanidad (occidental) olvidando los procesos dejando de lado las emociones y sentimientos.


En las últimas décadas del siglo XX junto a las nuevas condiciones políticas, económicas y sociales que dominan el mundo occidental caracterizado por el imperio de la economía de libre mercado y de la globalización de los medios de comunicación, se ha impuesto una nueva manera de entender el mundo, la cultura posmoderna.


Este nuevo modelo cultural se caracteriza por un relativismo cultural, pluralismo intercultural en el que toda cultura, como construcción humana, es digna de respeto y supceptible de crítica y trasformación. Se ensalza un relativismo absoluto en culquier ámbito de la realidad, un pensamiento individualista que provoca una gran escisión entre el ámbito público y el ámbito privado y que renuncia a todo proyecto colectivo por y para la comunidad; se da importancia a lo efímero, lo cambiante, al culto al cuerpo y la apariencia juvenil. Es más importante el tener que ser, la apariencia; de esta manera se crea la idea de que la realidad no son más que los acontecimientos que nos muestran los medios de comunicación. Los elementos culturales se convierten en objetos de consumo que prentenden satisfacer los deseos del individuo en el momento bajo la idea de la libertad individual. Esta lógica del consumo destruye la cultura y no pretende convertir a los hombres en sujetos autónomos sino en buenos consumidores.

La escuela debe adaptarse a las exigencias educativas que la cultura posmoderna reclama. No se debe dar tanta importancia a la asimilación de la cultura hegemónica, sus conocimientos, sistema de valores, de manera académica porque sí, sino que el énfasis debe estar en el desarrollo de la subjetivación del individuo como sujeto de experiencias, pensamientos, sentimientos y emociones. Este enriquecimiento debe hacerse desde una perspectiva crítica y democrática que favorezca los intercambios culturales más diversificados. de esta manera se plantea la emergencia de un sujeto libre que pueda servir al desarrollo de la comunidad. Se trata de llevar a cabo una actividad educativa que desarrolle la razón del alumno, para que éste se convierta en sujeto crítico de sus acciones, que sea capaz de interpretar, reproducir y recrear la cultura.

martes, 17 de noviembre de 2009

PARADIGMA DE LOS MONOS

Un grupo de científicos colocó cinco monos en una jaula, en cuyo centro colocaron una escalera y, sobre ella, un montón de bananas. Cuando un mono subía la escalera para agarrar las bananas, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo. Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los otros lo agarraban a palos. Pasado algún tiempo más, ningún mono subía la escalera a pesar de la tentación de las bananas.

Entonces, los científicos sustituyeron uno de los monos. La primera cosa que hizo fue subir la escalera, siendo rápidamente bajado por los otros, quienes le pegaron.

Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera. Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al novato, era el que más fuerte pegaba. Un tercero fue cambiado, y se repitió el hecho. El cuarto y, finalmente, el último de los veteranos fue sustituido.

Los científicos quedaron, entonces, con un grupo de cinco monos que, aún cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquel que intentase llegar a las bananas. Si fuese posible preguntar a algunos de ellos por qué le pegaban a quien intentase subir la escalera, con certeza la respuesta sería: “No sé, las cosas siempre se han hecho así aquí…”

Por lo tanto, la moraleja de esto es, nosotros hacemos las cosas porque siempre se han hecho así, sin saber si están bien o no, o si nos afecta o repercute negativa o positivamente en nuestras vidas.

viernes, 13 de noviembre de 2009






«Luchamos por una educación desmasificada, individualizada y activa en la que los alumnos participen plenamente y en la que las nuevas tecnologías posean una relevancia sustancial...»




Publicado en «Aularia», junio de 1988

jueves, 12 de noviembre de 2009

EL CINE EN LA EDUCACIÓN

La vida humana, el cine, y el principio de la investigación en las aulas.

La imagen en movimiento, sus mensajes, sus ideas técnicas y sus contenidos son elementos de indiscutible valor y de indispensable estudio en las aulas. Es una de las estrategias interdisciplinares por excelencia, vía para lograr la transversalidad, y al mismo tiempo base y fundamento de análisis y estudio de cualquiera de las áreas de un programa de trabajo. El cine refleja la totalidad, pues su fundamento es contar dramas humanos con tecnologías y lenguajes diversos a los tradicionales. El cine, como comenta MacLuhan en “El aula sin muros”, complementa conocimientos, integra ideas y lenguajes. El cine puede hacer comprender mejor una obra de teatro, un drama escrito, y al mismo tiempo puede incitar a leer la obra literaria que ha servido de base al film.
El cine es el gran desconocido por demasiado cercano. En los primeros años de su historia se proyectaban las películas en barracas de feria; por ello era rechazado por la gente "culta". Más tarde se hicieron cargo de él los intelectuales, descubriendo las posibilidades artísticas y culturales, y desarrollando el pensamiento cinematográfico. En el cine lo poseemos todo: el espectáculo, la aventura, el arte y el razonamiento. tenemos dónde elegir, pero hay que entrar en él con seriedad, con investigación y con esfuerzo, ya que aporta a la cultura unas formas de comunicación y de lenguaje que de otra manera y por otros caminos sería imposible conocer y aplicar en las aulas.
Aún así, los primeros tiempos del cine sirven para analizar toda aquella vida que se apreciaba desde diversas ópticas tras el ojo de la cámara, esa cámara que presenta las cosas con otra visión. En “El sexto sentido”, de Sobrevila, la cámara ve la realidad de modo diverso al del ojo humano, que hay detalles o situaciones que no puede apreciar. El cine nos introduce tanto en la pequeñez de los elementos, convirtiéndolos en importantes como en los inconmensurables espacios transformándolos en accesibles y entrañables.
La tecnología puesta al servicio del mensaje, ha metamorfoseado al cine, lo ha hecho ineludible para conocer filosofías, pensamientos, historias, lugares, modos de vida y costumbres.
Enseñando a ver cine.

La motivación hacia el cine se genera fundamentalmente viendo cine. Algunos puristas, los he conocido, intentan hacer entrar a niños y adolescentes por lo que ello llaman ‘buen cine’. Si aplicamos al aprendizaje del cine los principios fundamentales de la didáctica, debiéramos tener en cuenta que:
Todo se aprende desde el principio. Desde que el niño nace, ya en la familia, es conveniente que esté cerca del cine, ya sea en la tele, asistiendo a salas cinematográficas con sus padres.
Hay que comenzar viendo películas entretenidas, en cada edad las correspondientes. Lo lúdico y festivo es diferente en cada edad, cultura y condición. Los más pequeños encajan mejor los dibujos animados. Disney es un buen iniciador. Sus largometrajes, y los cortos, tienen los ingredientes necesarios en dinamismo, color, música, cambio de acción y de estímulos suficientes para atraer también a los más pequeños.
Como en todo proceso de aprendizaje, se accede mejor al conocimiento yendo de lo conocido a lo desconocido. Las aventuras y la fantasía están más cerca del niño.
Si queremos que a una persona le guste el cine, o la lectura, no le pongamos a ver a Antonioni ni a leer a Dostoievski de entrada. Ir de lo fácil a lo difícil. Acordémonos de los que nos gustaba cuando éramos pequeños y lo que nos aburría lo que les gustaba a nuestros mayores. No es conveniente comenzar por películas plúmbeas antiguas para enseñar los inicios del cine. Hay películas muy entrañables y divertidas por las que los niños y los adolescentes entran muy bien. Chaplin, por ejemplo.
Como todo aprendizaje, necesita de experiencias, de afectos, de motivaciones, de reiteración de hechos, de personas que contagien el entusiasmo... de productos de calidad, entretenidos, lúdicos. Al cine se entra, como en todo lo que es cultural, de manera fundamentalmente inconsciente. El aprendizaje del cine, como todo proceso de enseñanza, necesita de esquemas de comportamiento en los que prime lo que para el que aprenda contenga sentido, diversión y serenidad para aprenderlo.

jueves, 5 de noviembre de 2009

El club de los poetas muertos II

Voy a mostrar, una serie de fragmentos del libro, que me han parecido muy interesantes y que reflejan como el profesor, está comprometido con sus alumnos, tiene vocación, le gusta lo que hace, y transmite un sentimiento de revelación (en el sentido de luchar por lo que uno quiere) a sus alumnos.


"Estamos comprometidos en una batalla, señores. ¿Qué digo, una batalla? ¡Es la guerra! Ustedes, jóvenes almas llegadas a un momento crucial de su desarrollo, serán triturados, aplastados por la apisonadora del academicismo, y el futuro perecerá antes incluso de nacer, o triunfarán y entonces podrá florecer su individualidad.

No teman, aprenderán lo que este colegio exige que sepan; pero, si puedo completar mi tarea, aprenderán el placer de las palabras: porque, pese a todo lo que les hayan podido decir, las palabras y las ideas tienen el poder del cambiar el mundo."


Quizás, pienso yo, si nuestros profesores o maestros, y los que actualmente hay, se hubiesen implicado más en su tarea educativa y no solamente en la formativa, como hace el profesor Keating, el alumnado de hoy en día, estaría mas comprometido con su educación, y los futuros maestros, pedagogos, educadores, etc., estarían en la facultad, por el simple hecho de ver como se cumple ese espiritu de aprender y enseñar el placer de las palabras, de sentir que educar es lo mas bonito que existe; y no solo porque se vive muy bien siendo funcionario.


Bueno, aqui os dejo unos cuantos de los maravillosos poemas, que se citan en el libro y en la pelicula:


Fragmento de un poema de Walt Whitman citado por Keating en clase:

¡Oh mi yo!
¡Oh vida de sus preguntas que vuelven
del desfile interminable de los desleales,
de las ciudades llenas de necios!
¿Que de bueno hay en estas cosas,
oh mi yo, mi vida?



Poema de Alfred Lord Tennyson recogido en el Diario de reuniones

Venid amigos
No es tarde
para buscar un mundo muevo,
pues sueño con navegar
más allá del crepúsculo
y, aunque ya no tengamos
la fuerza que antaño
movió cielos y tierra,
somos lo que somos:
un mismo temple
de corazones eróticos
debilitados por el tiempo, pero
voluntariosos para luchar,
buscar y encontrar
y no rendirse.
FRagmento del diario de reuniones de los chicos:

Fui a los bosques porque quería vivir a conciencia
Quería vivir a fondo
y extraer todo el meollo a la vida
Dejar de lado todo
lo que no fuera la vida
para no descubrir,
en el momento de la muerte,
que no había vivido.
Poema improvisado por uno de los alumnos en clase:

Un loco de dientes sudorosos
Cierro los ojos
y su imagen flota junto a mí
Un loco de dientes sudorosos
con una mirada que martillea mi cerebro
Sus manos se extienden y me alcanzan
y refunfuña todo el tiempo
El dice la verdad
La verdad es como una manta
que siempre te deja los pies fríos.
La estiras, la extiendes
y nunca es suficiente
La sacudes, le das patadas,
pero no llega a cubrirnos
Y desde que llegamos, llorando,
hasta que nos vamos, muriendo,
sólo nos cubre la cara
mientras gemimos, lloramos y gritamos.

martes, 3 de noviembre de 2009

El club de los poetas muertos

El club de los poetas muertos, es un libro que me fascina. En primer lugar comenzare hablandoos de él, para aquellos que no lo hayais leido. Es obvio que recomiendo su lectura, aunque también para aquellos a los que le sinterese el tema, y no tanto leer, podeis encontrar la pelicula y vedla.


El club de los poetas muertos, narra la historia de unos muchachos que estudian en la Academia Welton, en el año 1959. Ésta, esta reservada para los miembros mas exquisitos de la sociedad, y sigue manteniendo el clasico modelo de educación victoriana.

Éstos jóvenes, aprenden en el nuevo curso, el significado de CARPE DIEM, de lo que ello significa y de la importancia de perseguir los sueños, gracias a un excéntrico profesor de literatura, John Keating, antiguo alumno del centro, que hace despertar sus mentes.



El libro lo escribió N.H. Kleinbaum, y su puesta en escena la hizo Peter Weir en 1989, cntando con actores como: Robin Williams, Robert Sean Leonard, Ethan Hawke, Josh Charles, Dylan Kussman, Allelon Ruggiero, James Waterston.

Buscando acerca de él en internet, encontré una pagina web en la que un autor, hablaba sobre lo que quería transmitir y relacionaba muchos aspectos del libro con la educacion que hemos tenido hasta el dia de hoy.

Enrique Martínez-Salanova Sánchez nos compara la educacion en las aulas y nos habla sobre ellas:

En El club de los poetas muertos, se ponen en cuestión todos los rituales tradicionales de las aulas. Bandas, ritos, campos deportivos, sombreros al aire, becas de fin de curso, orlas, actos académicos formales estilo norteamericano, van entrado en una sociedad escolar o universitaria como la nuestra, en la que habíamos eliminado los ritos de la escuela franquista. La ritualización en que se mueve el mundo de la educación reproduce una continuidad entre una generación y otra. Constituye uno de los canales mediante el cual se realiza la transmisión cultural; puede ser enriquecedor en la medida en que cada acto ritual introduzca características novedosas, de lo contrario los rituales son formas estereotipadas, mecánicas, desvitalizadas y empobrecedoras con relación a los miembros que participan de dicho ritual. Nuestra sociedad está plagada igualmente de conductas cliché.
Estamos plagados de estereotipos rituales. El ritual de la primera clase, el ritual de la clase magistral, el ritual del trabajo práctico, el viaje de estudios, el programa en cuanto a qué debe aprenderse primero y qué debe aprenderse después, los exámenes, el ritual de los trabajos monográficos, las tesis de doctorado, son algunos ejemplos de las múltiples formas que asume la enseñanza ritual.

En El club de los poetas muertos el profesor ayuda a los alumnos a descubrir sus propios caminos, rompiendo con algunas pautas de la escuela tradicional. Es una de las pocas películas en las que la relación entre profesores y alumnos se convierte en una búsqueda común.
Enseñar a los alumnos a pensar y a ejercer la reflexión crítica es una meta que frecuentemente mencionamos como inherente a la función docente. Sin embargo muchas veces esto no pasa de ser una enunciación de buenos propósitos.

Repetidores en lugar de seres pensantes, receptores en lugar de evaluadores es el producto lógico de las formas en las que enseñamos, que reflejan aquellas según las cuales hemos aprendido. Por lo tanto cuando se habla de la necesidad de esclarecer y tomar conciencia del modo en que nos insertamos en ese trama represiva de relaciones se debe pensar en la posibilidad de ejercer la creatividad como único antídoto contra la repetición.

Fuente: MARTÍNEZ-SALANOVA SÁNCHEZ, E. (2002): «Aprender con el cine, aprender de película. Una visión didáctica para aprender e investigar con el cine». Huelva. «Grupo Comunicar». 400 pág.
La verdad es que esta visión me gusto mucho, y me pareció muy apropiada como primer punto de debate educativo. Por eso la dejo para despertar vuestras mentes jeje.